La
tecnología puede ser una gran aliada en la conservación del medio ambiente y el
mantenimiento de la biodiversidad. Desde hace décadas se aplican dispositivos
de seguimiento –radiobalizas- que permiten situar por triangulación la posición
de los animales en estudio. Otros dispositivos marcadores vienen también
utilizándose desde hace cierto tiempo para la identificación de animales
incluso domésticos. La conjunción de estos dispositivos con sistemas de
comunicaciones permite establecer un seguimiento bastante efectivo de los
animales en su entorno natural, aunque por razones de tamaño, y sobre todo de
autonomía, han tenido bastantes restricciones de uso.
Los avances tecnológicos de este siglo han ayudado a mejorar
la conectividad de millones de personas en el mundo y han abierto una amplia
variedad de nuevas oportunidades, las cuales pueden ser aprovechadas para
mejorar diversas problemáticas del planeta, por ejemplo, la conservación de
especies.
Satélites
con sensores que permiten estudiar la evolución del clima en la Tierra se
combinan con la tecnología GIS para conocer el comportamiento del clima o la
vida en el planeta
Actualmente se desarrollan diversos proyectos
tecnológicos que tienen como fin proteger a especies en peligro, ya sea a
través de la localización de ejemplares en ecosistemas naturales o la
vigilancia de redes ilegales de comercialización y tráfico.
Los drones, por ejemplo, son pequeños helicópteros
no tripulados que son utilizados para diferentes fines científicos, ya que su
tamaño le brinda la capacidad de adentrarse a diversas regiones terrestres,
áreas y marinas, por lo cual son excelentes exploradores e investigadores, los
drones son clave para analizar los efectos del cambio climático, la situación
de la biodiversidad e incluso, para trazar mapas.
Se ha utilizado la tecnología GPS, conjuntamente con las técnicas de imagen
digital, para así mostrar patrones de distribución de diferentes especies
biológicas. Este tipo de monitorización puede ayudar asimismo en proyectos de
conservación y repoblación de flora y fauna de hábitats diversos.
Los dispositivos de geolocalización permiten rastrear especies que se encuentran amenazadas para llevar un control en su conservación. Se han colocado collares GPS con emisión satelital a elefantes para seguir sus movimientos en África. Gracias al uso de Google Earth es posible monitorear a estos especímenes para analizar su migración y evitar algún peligro.
Otra especie afectada por el tráfico ilegal es la
tortuga marina, sin embargo, gracias al apoyo de la tecnología, en 2016, se
desarrolló un proyecto para rastrear a traficantes de huevos. El proyecto
recurrió a la impresión en 3D para crear una serie de huevos falsos con
transmisores GSM escondidos, así en caso de robo, es posible seguir las rutas
de los cazadores.
El uso de cámaras también es de gran utilidad
para vigilar la caza ilegal y las poblaciones de especies en riesgo tales como
el tapir, el jaguar y el pecarí, a si por medio de estas cámaras son vigilados
para brindarles protección.
Sin duda, la tecnología es una gran aliada en el
combate a la pérdida de la biodiversidad, el incentivo a la innovación y creatividad
es fundamental para lograr mejorar las condiciones de los animales.
Existen iniciativas de acercar
las TIC a los estudios taxonómicos en plantas, especialmente gracias al
lanzamiento de portales virtuales de los herbarios y
colecciones biológicas de diversas entidades a lo largo y ancho del planeta.
Sin embargo, la digitalización del conocimiento asociado a especies
animales aún se asoma de forma tímida a la revolución 2.0.