lunes, 20 de marzo de 2017

La Contaminación Producida por la Actividad Humana

-La industria:


El sector industrial ha sido acusado durante mucho tiempo de ser el principal responsable de la contaminación atmosférica. Los grandes episodios de contaminación de la década de 1950 condujeron a la creación de u  arsenal jurídico consecuente en Europa y Estados Unidos. La mayor parte de los países desarrollados empezó a disponer de instrumentos de medición y de control del aire . La industria emite, sobre todo, oxido de azufre (SO2). Estas emisiones, probablemente, tuvieron efectos nocivos en las poblaciones próximas, pero también en zonas muy alejadas, motivo por el cual este gas está muy controlado. Así, entre 1970 y 1990, según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (E.P.A), la industria de ese país destinó 523 000 millones de dólares a la reducción de sus desechos.






Este esfuerzo evitó  la muerte prematura de 205 000 personas y las enfermedades respiratorias de varios millones de ellas. En Europa, una normativa cada vez más estricta ha permitido reducir las emisiones a la mitad, gracias a la puesta en marcha de dos grandes avances técnicos. En primer lugar, la mejora de los procedimientos industriales ha permitido producir mejor utilizando menos energía fósil, y en segundo lugar, las técnicas de descontaminación y, sobre todo, de descontaminación de los humos  han hecho posible que descendiera sensiblemente la nocividad de los desechos.




-Los transportes:


Los transportes producen, actualmente más de la tercera parte de las emisiones de gases contaminantes, una proporción que va en aumento. Las familias occidentales han alcanzado la cuota norteamericana de dos vehículos por familia. El 1 de enero de 1999, se estimaba que en la Unión Europea había alrededor de 200 millones de vehículos, de los que 167 millones eran automóviles y 23 millones utilitarios. Todos estos motores utilizaron más de 310 millones de toneladas de petroleo. En Francia, de los 500 mil millones de km recorridos en un año por los automóviles particulares, cerca de 130 mil millones se realizaron en las aglomeraciones urbanas. Las normas europeas de calidad de los combustibles y de los  motores han mejorado en gran medida el rendimiento energético y los residuos de los vehículos. Tubos de escape catalíticos, inyección  directa, filtros de partículas, desaparición  de la gasolina con plomo en el año 2000. Todas estas innovaciones tuvieron un efecto inmediato en la calidad del aire de las ciudades. Al realizar un balance de la situación, se comprobó que las emisiones de oxido de carbono (CO) y de hidrocarburos no quemados (HC) se dividieron por veinte desde 1970, y las de óxido de nitrógeno (NOx) por ocho, en un período de diez años. En cuanto a las normas sobre emisiones, se obliga a los fabricantes a diseñar vehículos que emitan bajos niveles de CO2.





Pero todas esas mejoras se ven, por el momento , contrarrestadas por dos fenómenos. El parque automovilístico   sigue aumentando y con el automóvil se utiliza, sobre todo en la ciudad, precisamente donde se concentra la contaminación. Muchas de las grandes aglomeraciones europeas llevan a cabo una rigurosa política de desarrollo de los transportes públicos (autobuses, tranvías, red ferroviaria regional, etc) para intentar frenar este fenómeno.





No hay comentarios:

Publicar un comentario